Evolución de la Profesión Contable

Evolución de la Profesión Contable

Evolución de la Profesión Contable, PYMEs e Información Financiera

Nota: Véase también acerca de la importancia y relevancia de la información financiera, así como sobre la información financiera de los modelos de negocios de las PYMEs.

La tecnología está transformando radicalmente nuestra vida social y profesional. Por supuesto, esto se aplica también a la profesión contable. En el debate sobre las pequeñas y medianas empresas, se olvida con demasiada frecuencia que la mayoría de los contables son ellos mismos pequeñas y medianas empresas. Conocen las pequeñas y medianas empresas por su trabajo diario como asesores principales de millones de pequeñas y medianas empresas, pero también aprenden de su experiencia directa como pequeñas y medianas empresas ellos mismos.

La tecnología está abriendo nuevas oportunidades, especialmente para las pequeñas empresas de contabilidad que dependen menos del tamaño y la ubicación para crear valor.

La profesión también está aprovechando la tecnología para ayudar mejor a los clientes. Por ejemplo, cada vez más empresas de contabilidad están experimentando y utilizando la tecnología de la nube. Como resultado, tanto el contable como sus clientes pueden acceder a la información financiera en tiempo real para obtener una imagen instantánea de cómo está funcionando el negocio. Esto puede utilizarse para ayudar a los clientes a ajustar su estrategia y mejorar su rentabilidad futura. La mejora de la información también permite un mejor asesoramiento a los clientes de las PYME. Esto marca una evolución clave, pasando de servir a los clientes a colaborar con ellos.
Cada vez más, el trabajo básico de contabilidad y cumplimiento está automatizado. Para seguir siendo relevantes, los contables están pasando de ser introductores y procesadores de información financiera a proporcionar el puente entre la información y las necesidades empresariales de los clientes. La profesión está en una posición ideal no sólo para interpretar la (gran) información disponible para los clientes, sino también para ayudar a diseñar los análisis (como los indicadores clave de rendimiento (KPI) y los cuadros de mando específicos para los clientes) más relevantes para ellos.

Aunque la tecnología en la nube tiene el potencial de simplificar la contabilidad para los clientes, es evidente que muchos de ellos siguen sin querer o no pueden llevar sus propios registros contables y seguirán recurriendo a los servicios de un contable.

El mundo de la contabilidad se está moviendo hacia la «entrada cero», donde los clientes y los proveedores introducen la información directamente. Con el acceso a los servicios en línea (que proporcionan, por ejemplo, software de ERP, CRM, de contabilidad o de impuestos), los clientes pueden modificar la información personal, introducir los datos directamente (quizás utilizando aplicaciones) y descargar los documentos e informes del sistema por sí mismos. En consecuencia, la profesión dedicará menos tiempo a la administración de los clientes y a la introducción de datos, y podrá concentrarse en la prestación de servicios de valor añadido, como el asesoramiento estratégico y la mejora del acceso de las pequeñas y medianas empresas a la financiación.

La nube ofrece a las empresas más pequeñas acceso a servicios y herramientas que antes sólo estaban disponibles para las grandes organizaciones, como el análisis de Big Data. Estos servicios se ofrecen a menudo bajo demanda, con un enfoque de pago por uso, lo que permite experimentar y adaptarse según las necesidades.

En estos tiempos de innovación disruptiva, la profesión está, al igual que otros sectores, reflexionando sobre lo que depara el futuro. Desde las fichas de arcilla de alrededor del 7000 a.C., la profesión contable tiene un buen historial de adaptación a la innovación tecnológica. Como ocurre con todas las olas de cambio, muchos dicen que esta vez es diferente; sin embargo, puede ser cierto que, por primera vez, el cerebro humano -el principal activo de los profesionales- está perdiendo algunos de sus monopolios.

Los avances en la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, el análisis de datos y la interacción con el lenguaje natural ofrecen nuevas perspectivas… para los robots. Estas innovaciones hacen algo más que automatizar los procesos y sustituir al personal administrativo: abren nuevas formas de hacer las cosas y crean nuevas cosas que hacer. Aunque la digitalización representa un cambio masivo, es sólo una de las megatendencias que están remodelando el mundo. Para dar sentido a lo que está ocurriendo, debemos considerarlo a la luz de otras transformaciones que están teniendo lugar:

– La destrucción del medio ambiente nos afecta directamente a través de la escasez de recursos, el aumento del número de muertos debido a la contaminación y los nuevos riesgos relacionados con el aumento del cambio climático.
– Las amenazas a la seguridad hacen que la lucha contra la financiación del terrorismo, el blanqueo de dinero y otros delitos financieros sea un imperativo colectivo.
– Las desigualdades de ingresos, el mal funcionamiento de los sistemas fiscales y la corrupción están teniendo un impacto negativo en la sociedad y la economía a través de la atonía de la demanda, la exclusión y el costoso malestar social.
– La información corporativa o gubernamental puede ser analizada -o filtrada- con más facilidad que nunca, y se espera que esté disponible y sea ampliamente compartida. Con un escrutinio sin precedentes, la opinión pública aumenta la presión política.

Lo que vemos hoy es una creciente demanda de la sociedad de confianza, comportamiento ético y responsabilidad social y medioambiental. La dura verdad es que cualquier actividad profesional, incluida la contabilidad, sólo existe si crea valor y responde a las necesidades de la sociedad. En un entorno tan cambiante, los profesionales y las profesiones deben reinventarse. Parece que merece la pena seguir explorando cinco direcciones.

Diferenciar entre medios y fines

Las máquinas pueden sustituir la mayoría de las tareas que los contables profesionales realizan actualmente, excepto la de decidir cuáles son esas tareas. Los ordenadores y los robots pueden hacer muchas cosas, excepto inventar su propio fin. Los humanos tenemos que definir lo que queremos que hagan los ordenadores. Sin embargo, una vez que la tarea está definida y estandarizada, la necesidad de que los seres humanos la realicen disminuye o incluso desaparece, excepto cuando se requiere adaptabilidad y flexibilidad (por ejemplo, para cambiar los planes o detener un proceso), momento en el que vuelve a ser necesario el juicio humano y la inteligencia emocional.

Definir y descubrir el problema (real)

La persona o la máquina más inteligente no puede resolver un problema no identificado. Los sistemas de resolución de problemas y las herramientas de autoayuda pueden hacer maravillas, excepto cuando el usuario lleva a esos sistemas a responder la pregunta equivocada. Todos los profesionales que tratan con clientes saben que el verdadero problema no siempre es el que el cliente cree que es. Los contables siguen necesitando el juicio profesional y la inteligencia emocional para comprender y descifrar el problema que se les pide que resuelvan. En las últimas décadas, la profesión se ha centrado sobre todo en los conocimientos técnicos, precisamente la parte más fácil de sustituir por robots. Hoy en día, las habilidades blandas y la inteligencia emocional importan mucho más.

Proporcionar un juicio ético

Las máquinas no tienen ninguna noción del bien y del mal; no pueden (todavía) responder a la demanda de la sociedad de más ética y valores morales. Al menos, cuando intentan hacerlo es sobre la base de lo que definimos los humanos. Esto deja una oportunidad a los contables, cuyos valores profesionales son más importantes que nunca. Al fin y al cabo, el propósito de la profesión es proporcionar transparencia, integridad y confianza, más que la pericia técnica, que es simplemente uno de los medios para ese fin.

Promover la responsabilidad empresarial

En un momento en el que se espera que las empresas sean y deban ser responsables desde el punto de vista social y medioambiental, la medición y la presentación de informes rigurosos adquieren una importancia aún mayor, incluso en cuestiones como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La garantía independiente, un área central de experiencia de los contables profesionales, es también una herramienta fundamental para proporcionar confianza y evitar gran parte del lavado verde perjudicial. Necesitamos que la tecnología nos ayude a aportar algo de claridad al impacto de las empresas en los ODS, pero los algoritmos por sí solos no proporcionarán las respuestas que buscamos. Y no proporcionarán más respuestas que las que les pidamos. Siguen siendo indispensables los profesionales formados que puedan evaluar el impacto de las decisiones empresariales en otras partes y grupos de interés, en el interés público y en las generaciones futuras.

En los últimos 40 años, la evidencia es que la información contable y financiera no es suficiente para explicar cómo las empresas crean valor. El Consejo Internacional de Informes Integrados (IIRC) destaca el papel que desempeñan otros capitales (natural, humano, manufacturado, social y relacional, e intelectual) junto al capital financiero en la creación de valor. Las tecnologías modernas, como la nube, el móvil y el análisis de grandes datos, están multiplicando rápidamente la información que se recoge en todos los capitales. Pero alguien tiene que dar sentido a estos capitales, asegurándose de que las empresas asimilan los crecientes volúmenes de datos y toman buenas decisiones a corto, medio y largo plazo. Está claro que la profesión contable está en un lugar excelente para ser el conducto y el árbitro entre los datos de los multicapitales y la creación de valor sostenible. Esto requerirá que la profesión vaya más allá de las finanzas como su principal objetivo.

Partiendo del compromiso de la profesión desde hace mucho tiempo con el interés público, existe una ocasión única para volver a centrarse en lo que más importa respondiendo a una demanda aguda de la sociedad y ser más relevante que nunca. Sin embargo, para poder aprovechar las oportunidades, es fundamental que la regulación no impida la innovación y el cambio. Gracias a su implicación diaria con las pequeñas y medianas empresas, la profesión contable se encuentra en una posición única para comprender las necesidades y los retos a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas en el entorno actual y está comprometida a desempeñar un papel importante para ayudar a modernizar la regulación. Sin embargo, la profesión sólo puede desempeñar plenamente su papel si no sólo adopta el cambio, sino que reinventa sus formas de pensar y actuar, como todos los demás actores.

Revisor de hechos: Megan


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