Sector Avícola

Sector Avícola

Nota: Véase también el Sector de Producción Avícola y de Huevos.

Perfil

Investigación Industrial > Sectores Económicos > Sector Agrario, Agricultura, Bosques > Producción Avícola y de Huevos.

Códigos de Clasificación Industrial de Producción Avícola y de Huevos

Clasificación Industrial Estándar (Código SIC)

0251 , 0252 , 0253
0254 , 0259 (Véase una descripción del Código SIC)

Código NAICS (Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte)

1123 (Véase una descripción del Código Naic)

Sector Avícola: Historia y Situación

Se aplica principalmente a la explotación de aves de corral, aunque existen otros tipos de avicultura dedicados a la obtención de ejemplares destacados por especiales características de tamaño, peso o color, denominada “avicultura deportiva” u “ornamental”, o a la cría de animales destinados a su exhibición, como los gallos de pelea. También quedan incluidas dentro de esta actividad especies como las palomas, o incluso aves no domésticas que se crían con la finalidad de repoblar zonas de caza.

Las granjas avícolas destinadas a la producción de huevos, carne y plumas, que han sustituido a la cría doméstica tradicional, aumentaron su importancia en la economía española desde mediados del s. XX gracias a la introducción de técnicas industriales que acortan los periodos de crianza, disminuyen los costes de mano de obra y alimentación por medio de la utilización de piensos compuestos y nutrientes concentrados y aumentan los rendimientos de producción.

Fue en la década de 1950 cuando comenzaron a regularse y comercializarse las explotaciones avícolas, y los huevos y la carne de ave se convierte en productos de consumo económico como consecuencia del incremento registrado en este sector por la industria agropecuaria.

Los principales productos obtenidos de las aves son la carne y, en el caso de la gallina, los huevos. De los gansos se utiliza, además de la carne, la grasa blanca, de la que pueden obtenerse hasta 700 g por espécimen; el hígado, con el que se fabrican patés y foie-gras, y las plumas.

Historia

Ya en la Prehistoria y en la Antigüedad eran explotadas y en la Edad Media las aves constituían una gran parte de la cuota alimentaria; hasta el s. XIX no se establecieron los principios y las reglas racionales para obtener un mayor rendimiento de las aves domésticas por medio de la actividad industrial. Fue en el s. XX y en la década de 1950 cuando se lograron los mayores avances en la selección de especies, alimentación, tratamiento de las enfermedades de las aves y mecanización de las granjas. Esto ha permitido que se alcancen en los últimos años producciones importantes, sobre todo en las gallinas, tanto ponedoras como de cría.

El desarrollo de la avicultura se produjo fundamentalmente por el aumento de la demanda de productos de origen animal motivada a partir del crecimiento económico experimentado en España durante la década de 1960, por lo que fue necesaria una mejora en la selección de razas basada en la aplicación de los avances de la investigación genética, y una especialización de las explotaciones, que se dividieron en granjas de multiplicación, de producción de carne y huevos, de selección de reproductores y salas de incubación artificial.

Dentro de las granjas de cría para el consumo ha alcanzado mayor desarrollo la producción de huevos, aunque en la actualidad aumenta la importancia de las orientadas a la obtención de carne, sobre todo la que procede de los broilers, pollos cuyo crecimiento se acelera para acortar el periodo de alimentación.

La proliferación de granjas avícolas ha originado desde 1970 etapas de saturación de los mercados que ha provocado una tendencia progresiva a la organización de sistemas de producción integrados de carácter multinacional, en los que las grandes empresas controlan todo el proceso productivo, incluyendo la fabricación de piensos, la obtención de crías por incubadoras, los mataderos industriales y los canales de comercialización.

Para paliar el deterioro de la situación económica de los avicultores y promover una reorganización del sector que aumente la rentabilidad, los organismos oficiales iniciaron campañas de fomento de explotaciones especializadas en la cría de especies de aves distintas a las gallinas (pavos, perdices y palmípedas grasas) que satisfaga la demanda de carnes selectas y productos derivados como el foie-gras.

La avicultura, con un total de 50,5 millones de ejemplares en 1986, constituía la tercera parte de los ingresos del subsector ganadero y casi un 10 % de la producción del sector agrícola. España era entonces uno de los países europeos de mayor producción en productos avícolas, aunque la mayor parte de los mismos se destinaba al consumo interno en lugar de a la exportación, como son los casos de Francia e Italia. Este sector daba empleo a cerca de 9.000 personas. Solamente existían cinco granjas de abuelas, que son donde se consiguen los huevos para las reproductoras, de las que existían cerca de 100 factorías. El número de mataderos de aves era de 360, aunque en los mismos también se sacrificaban otro tipo de animales como conejos. La producción de carne de ave rondaba las 780.000 t por año, incluidos pollos, gallinas y otras aves.

El consumo aproximado era de entre 20,5 y 21 kg por persona y año, entre carne fresca y refrigerada. El de huevos ha descendido ligeramente en los últimos años, pasando de los 302 huevos por persona y año en 1987 a los 286 en 1988 y los 269 en 1989. El consumo de productos avícolas en España es uno de los mayores de la Comunidad Económica Europea (CEE), seguido de Francia, Italia e Inglaterra, aunque se centra mayoritariamente en el pollo y la gallina, ya que el consumo de patos o pavo es inferior al de otros países europeos, alcanzándose solamente los 800 g por habitante y año.

Situación actual en Europa

El sector avícola de puesta (de huevos), tras alcanzar su techo productivo en el año 2004, después de varios años de crecimiento que le permitieron consolidar su buena posición exportadora, comenzó a experimentar un proceso de redimensión, con el fin de adaptar la oferta a la demanda; básicamente consistió en una concentración de la producción en torno a las principales ciudades del país, redundado también en un descenso en la producción de huevos y en el censo de gallinas ponedoras.

Además, a partir de 2012, con la obligatoriedad para el sector de cumplir la normativa europea sobre bienestar avícola, el sector asistió a una casi refundación, o al menos en lo que respecta a la estructura de las granjas, ya que debieron cambiarse prácticamente todas las jaulas de alojamiento de las gallinas, lo que supuso una inversión en total superior a los 600 millones de euros. Así, el parque de gallinas ponedoras en batería, que representaba el 90 % del sector, hubo de reinventarse, lo que, a su vez, redundó en una todavía mayor concentración de las explotaciones. Asistimos recientemente, así pues, a lo que puede definirse como una reconversión del sector, con la polarización entre las grandes explotaciones industriales y un número paulatinamente más creciente de pequeñas explotaciones que comenzaron a indagar la posibilidad de volver a la cría de ejemplares camperos, ecológicos, que las nuevas tendencias del mercado parecen indicar un futuro con buenas expectativas.

En cuanto al sector avícola de carne, a finales de la segunda década del siglo la producción se concentraba básicamente en cuatro comunidades autónomas, que acumulaban las tres cuartas partes del total nacional: Cataluña, con el 28,7 % del total; la Comunidad Valenciana, con un 16,9 %; Andalucía, con un 15,8 %, y Galicia, con un 13,1 %. Por lo que respecta a cifras totales, parece estos últimos años estabilizada en torno al millón de toneladas por año; y en cuanto al abastecimiento del mercado interior, existe un pequeño déficit que se cubre con importaciones preferentemente de los países europeos del entorno.

En cuanto a comparaciones con otros países, España, con el 11,8 %, era el segundo productor europeo de carne de pollo, por detrás del Reino Unido —con lo que, tras la definitiva salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) en 2020, al consumarse el llamado Brexit, España se convertía en líder de la nueva UE de los Veintiséis—. El primer productor mundial son los Estados Unidos de América (EE.UU.), si bien la importancia de su mercado interior hace que el mercado internacional esté dominado por el Brasil, que dedica buena parte de su producción a la exportación. La Unión Europea (UE) ocupa el cuarto lugar de la producción mundial, con un 12,4 % del total.

Autor: Cambó

Agricultura, Sector Agrario, Sector Primario, Sectores Económicos,


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